¿Qué son las tasas de intercambio/tasas del esquema de tarjeta?
Las tasas de intercambio cubren los gastos del banco del titular de la tarjeta (el emisor) relacionados con las líneas de crédito y la mitigación del fraude. Tu banco (el comprador) paga esta comisión al emisor. Para cada transacción, el importe total adeudado depende de diversos factores, entre otros:
- La ubicación geográfica de tu empresa y el banco del titular de la tarjeta
- El valor medio de transacción (ATV)
- El método de pago utilizado (tarjeta de débito/crédito)
- El tipo de tarjeta (tarjeta de consumo/comercial)
Ten en cuenta que estas tarifas se aplican en la región del EEE. Para otras regiones, pueden aplicarse tasas diferentes.
Las tasas de intercambio no son negociables, pero tienen un límite máximo para las tarjetas de consumidores europeos* (no para las tarjetas corporativas) para las tarjetas de consumo europeas por la normativa de la UE (al 0,3 % para los pagos con tarjetas de crédito y al 0,2 % para las tarjetas de débito).
Debido al Reglamento de Tasas de Intercambio (IFR) y a otros acontecimientos recientes como el Brexit y la introducción de PSD2, la tendencia general es que ambas tasas son propensas a cambios (es decir, se espera que las tasas del esquema de tarjeta aumenten en el futuro). Para ayudarte a gestionar estas tasas, ofrecemos los modelos Interchange+ y Blended Pricing a través de nuestro modello Full Service.
Aunque esta tasa está definida por las marcas de las tarjetas (es decir, Visa, MasterCard, que también se conocen como “esquemas”), no debe confundirse con la tasa del esquema de tarjeta. Tu comprador paga las tasas del esquema de tarjeta a las marcas de tarjetas para cubrir sus gastos de mantenimiento al proporcionar su red de pago. El importe total está compuesto por las tasas de evaluación, las tasas transfronterizas y las tasas de compensación y liquidación. De manera similar a la tasa de intercambio, el importe total depende del tipo de tarjeta utilizada y de la ubicación geográfica de tu comprador.